
Éste un poco asombrado se imagina lo peor, que son cazadores de lobos que quieren matarlo sin razón.
Al ver que la luz se acerca, distingue la figura de la pequeña y su abuela, quienes lentamente se acercan, con su canasta y linterna.
-No temas viejo lobito, susurra Caperucita.
- Hemos venido únicamente a traerte algo de comer, indica la abuelita.
-Sabemos que tienes hambre, que estás solo y sin amigos, por eso no sientas miedo, venimos a cenar contigo, le dice Caperucita.
El lobo no contesta nada, porque se llena de emoción, hace mucho que no cena y menos con tan buena intención.
Acepta sin reparar y la abuela, Caperucita y el viejo lobo se disponen a cenar, y al finalizar, comienzan a cantar y a celebrar su nueva amistad.
Pasaron un par de horas hasta que llego el momento de partir, por lo que la abuelita y Caperucita retornaron a casa y se fueron a dormir.
El lobo por su parte, en su bosque se quedó pero sabe que nunca más estará solo, ni le faltara cariño ni amor.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, no sin antes dejarnos una bonita lección: que la caridad hacia otros siempre es una buena opción.
BASADA EN LA HISTORIA DE CHARLES PERRAULT, http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/fran/perr/caperuci.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario