
Mucho antes de la aparición de la imprenta, la información, las noticias, se divulgaban de manera oral, pero el invento de ésta, permitió la masificación de los textos e intercambio de saberes y a partir de ese momento el mundo no volvería a ser igual. Fue así con un formato reducido, de una sola página, similar a un boletín, que surgieron los primeros periódicos.
Varios siglos después, se dio inicio a una práctica que continua vigente hasta la fecha, los editores Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst , pioneros en esta práctica, comenzaron una feroz competencia a través de sus respectivos periódicos, con la publicación de noticias de carácter sensacionalista y escandaloso que les permitiera producir más ventas y conseguir más adeptos.
Con la posterior llegada de la radio, la televisión, el cine, Internet y en general todas las herramientas electrónicas, el mundo sufrió cambios significativos en la forma en como la humanidad se interrelacionaba y observaba a sí misma, ya que los acelerados cambios que imponía la sociedad de la información obligaba a adoptar medidas fuertes y ágiles. Por tal razón, es cada vez más recurrente que los medios de comunicación de masas sean puesto a menudo en tela de juicio, porque su libertad y responsabilidad se ve cada vez más comprometida debido a que ni ellos mismos, pueden escaparse de la realidad de hacer dinero fácil y de una forma rápida.
Es claro que hay una transición desde el periodismo que conocíamos hacia la cultura de lo sensacionalista actual, y con algunas excepciones, la tendencia parece irrefrenable, ya que es imposible obviar que son ante todo grandes conglomerados - de los más poderosos del mundo - con fuertes intereses en sectores económicos, financieros y políticos, que tienen como objeto no sólo facilitar información, educar o entretener, sino también vender y generar ganancias, y esto muchas veces conlleva a desviaciones morales y éticas.
Sus detractores los acusan de manipular, mentir, tergiversar sin el más mínimo de los remordimientos, sin conciencia y responsabilidad social, en donde la información se convierte en mercancía y entretener se ha convertido el lema a defender a toda costa, y son precisamente esas faltas éticas y morales las que afectan su credibilidad.
Los mass media tienen una influencia inmensa sobre la sociedad moderna y la tendencia a la uniformidad del discurso es cada vez mayor, es precisamente por ese poder que comienzan los reclamos éticos, ya que se les exige que sean una fuerza activa organizadora de la realidad social, que abra un espacio a la diversidad de opiniones e ideas.
Aunque el compromiso no puede recaer exclusivamente en quienes ofrecen la información, sino también en los receptores de la misma, nada obliga a los individuos a creerse todo cuanto le ofrecen los medios, ya que todavía sigue existiendo un mínimo de libertad en gustos y al final cada uno es quien decide. En conclusión, los medios de comunicación de masas, son un espejo en el que todos miramos, pero al observarnos vemos también el reflejo de nosotros mismos.
[1] William Randolph Hearst (1863 - 1951) y Joseph Pulitzer (1847-1911), periodistas y magnates de la prensa estadounidenses.
CIBERGRAFÍA
• “WIKIPEDIA”, Biografías William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer, Consulta realizada el 16 de agosto de 2009, http://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Pulitzer,http://es.wikipedia.org/wiki/William_Randolph_Hearst.
• Imagen extraída de http://1.bp.blogspot.com , el 16 de agosto de 2009.
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