
Libro: Poesía Completa: lecturas realizadas: Armonía, Visita, Fábula, Ironía, La emboscada, Escritura, Muchacha antiquísima, Alegría de los sentidos, Figura de ciego con guitarra, La terca vida, Hay un lugar, Narciso, Fe de erratas, Ciudad, Una larga conversación, Los que tienen por oficio laar las calles, Ella, Presencia, Hay gente que llega pisando duro,Baile conmigo muchacha, Obstinación, entre otros.
Fragmento extraído de la cubierta trasera del libro Poesía Completa. “Creo que hay una manera más comprensiva de acercarse a las cosas y a los hombres, y que está justamente en la poesía. Hasta me empeño en no creer que no existan los dioses o que hayan muerto- Es un anacronismo, por supuesto, pero tal vez un anacronismo necesario, en esta hora, para la poesía. Siempre me ha acompañado la convicción de que lo sagrado, lo que Lezama Lima llama sobre-naturaleza, o puede negarse impunemente. Sólo que no es cosa del otro mundo. Son esas fuerzas que uno encuentra por todas partes: en un árbol, en un pájaro, en un niño. Hasta en los pícaros y tahúres y matones que ahora nos acorralan. Tales dijo hace ya siglos que todo está lleno de diosecitos… o de demonios. Yo quisiera, si fuera posible, ser su discípulo en esa especie de politeísmo, o polidemolismo, o pandemonismo.”

Texto: El sueño de las escalinatas. Fragmento: Detrás está la ciudad: henchida, clueca, erizada de cúpulas, minaretes y terrazas, empollando sus muchos siglos; rumiando su pasado, tal una vaca bajo el bordoneo de los tábanos; pasando y repasando su rosario de lunas y de soles a la manera de un fakir encenizado; censando sus caudillos, sus khanes, emires, emperadores y gobernadores; empadronando sus hechiceros, sus brahmines, sus lamas, y sus imanes; haciendo balance de invasores y contabilidad de lenguas; recitando crónicas, anales y memorias de pestes, incendios, deslizamientos, inundaciones, terremotos, tifones, sequías, guerras y hambrunas; suputando sus muertos que descienden hacia el Río e inventariando sus recién nacidos que suben hacia el hambre.En la confusión de los elementos —cuando el aire, el fuego, las aguas y la tierra eran todavía un común hervor—, surgió del légamo el lígam legatario y esparció su quemante esperma, confirmando las inciertas riberas, dando cauce al río y engendrando la ciudad. Unas cuevas en las escarpadas orillas, unos montoncillos de adobes más arriba, tal fue su origen, su remoto comienzo. Y la necesidad rondando desde entonces, en torno, como ocelada fiera.Su rumia secular le repite el sabor de los sudores iniciales, la quemadura de las primeras lágrimas; el hedor de las primeras negras sangres humeantes.Fermentación bajo el sol altanero; proliferación sobre el humus del río. Y el infatigable conato del hombre por reproducir sus manos pedigüeñas y su boca insaciada. Y su precipitado corazón.Indiferente al destino de sus criaturas, la ciudad adorna su gran cuerpo polvoriento con pulidos falos de piedra, de madera, de cobre, de hierro, de ladrillo, de oro… por su eterna herida supurando generaciones necesitadas.¡Ah! Rumia la ciudad sus gemidos de parturienta permanente; ora pariendo fosos y murallas; ora pariendo mezquitas y pagodas; ora pariendo palacios y vanas tumbas. Toda cosa parida —hermosa, grandiosa, fabulosa— envuelta en la amarilla placenta del hambre.Vientre cuyo flujo no reconoce tasa ni peaje, en el impudor de su celo milenario expele generaciones como vastas ovadas de renacuajos y pone esos huevos cósmicos bajo cuyo esculpido dombo se refugian los dioses y tratan de recalentar los hombres y la yerta metafísica del hambre.A cada vuelta de siglo, se hacen más claras en el clamor de sus criaturas palabras, quejas, gemidos, gritos, alaridos de hambre y súplicas de justicia y de paz. Las siente en sus flancos como leves quemaduras, como fugaz prurito recurrente. Y se voltea sobre su propia desazón como una barcaza abandonada da tumbos sobre la ola contraria.Sobre la rumia de la ciudad, el cielo azul, impasible, surcado por el vuelo místico de las apsaras y el vuelo escandaloso de las guacamayas.Manan los hombres de la ciudad hacia el Río; se vierten por las escalinatas como una lava lenta y escabrosa; extraviado cada uno en un sobresaltado ensueño de viandas humeantes y divinos visajes.Consolación de los colores: el inquieto, el incierto, el tímido descendimiento de la muchedumbre por las escalinatas, se afirma e ilumina con las rojas trenzas de un turbante, los pliegues de un manto amarillo, los visos de un sarí violeta, el breve vuelo de un velo verde y la azorada palpitación de un gran lienzo blanco entregado al mudo furor del viento.

Fragmento: “Diario del incierto”: Persiste en mí la impresión de que soy un hombre,la extraña sensación de ser una persona, pues hago cosas que se hacen:dormir, creer que soy, leer unas noticias que pre-sé, girar la cabeza a la mención de un nombre que creo o que quizás sea el mío: pues podría llamarme, en lugar de G o B, R. ¡R! ¡L, también, en Gales o Pernambuco! Cosas así. Pues si todos hacemos más o menos lo mismo, ¿por qué yo sería? ¿Por qué razón misteriosa podría decir alguien G o H, y algo que sólo por falta de palabras llamaría yo girara su maldita cabeza? Lo que me extraña es que pueda participar de esa condición si voy sin raíces por el mundo. ¿Pues, sobre qué mito hundido en el corazón como la doble punta de un arpón pude decir que era un hombre, que «la tarde caía sobre...», que «llovía tristemente sobre el mundo», etcétera? Mejor dicho: sin dioses, y sobre todo sin nosotros, ¿cómo usar un pronombre, un adjetivo?

Lecturas: Palabra mágina y Alheña y azúmbar
Fragmento: Alheña y azúmbar
La digestión de la pulpa de coco demora cuarenta días y cuarenta noches.Ni mucho, ni poco.Al plátano hartón de cáscara roja le falta un grado para ser veneno.Compadre, no coma coco.Si se ha comido banano y se tomado ron, muerte segura. Nadie comió. Ni yo tampoco.La pepita de la pitahaya si la comes no la muerdas, si la muerdes no la tragues;si la tragas, allá tú.La pepita de la granadilla si la tragas se te embucha.Para que no se te embuche, mejor que no comas mucha.La pepita de la granada no es como la de la granadilla.La pepita de la guayaba no es como la de la granada.Y la pepita de la papaya no es como la de la guayaba.Es como la de la papayuela, pero más dulce.Si es más dulce es más sabrosa, si es más sabrosa es más cara.Para que no sea más cara no compre papaya ni compre nada.La pepita de la guanábana es como la de la chirimoya. Y ambas son como la de la calabaza. Cuando a uno le dan calabazas no le dan chirimoya ni le dan papaya.Las pepitas de la guama se usan para hacer zarcillos,quiero decir que se utilizan como pendientes,o mejor dicho lo que quiero decir es que los chicos se las cuelgan en las orejas.Trae el corozo una nuez, trae la nuez una almendra,pero la almendra de la nuez no es como la nuez del corozo.Si no se entiende que no se entienda.La ciruela se lava, pero no se pela; el madroño se pela pero no se lava.Para saber si una fruta se lava o se pela hay que consultar el diccionario.El diccionario tiene la palabra. Pero si no la tiene será que le falta una página.La pulpa de la algarroba se ataruga y se atraganta.Si tomas agua se forma una pasta y se te pega en la garganta.Con la garganta atragantada tratas de ver si resuellas o si no resuellas nada.Si no resuellas mortus est.El icaco es una fruta especial para diabéticos: no tiene azúcar,ni tiene harina, ni tiene icaco ni nada.El que come patilla oxidada seguro estira la pata.Para no correr el riesgo es mejor comer sandía. La sandía es una fruta sandia.El tamarindo es la fruta que más me gusta porque es de negros y de tierra caliente.
REFLEXIÓN: Cada uno de estos poetas tienen una voz propia por medio de la cual plasman sus experiencias, sensaciones, frustraciones, pero cada uno maneja un lenguaje y estilo propio que los hace únicos.
En el caso de José Manuel Arango, su poesía deja entrever a un gran observador de todo cuanto lo rodea, desde el más mínimo detalle y lo plasma a través de pasajes cortos pero contundentes, frases cortas cargadas de significados que revelan mucho de su ser, como los poemas en los que se refiere a su relación con su padre, con quien uno podría deducir quedaron asuntos pendientes.
En cuanto a Jorge Zalamea, percibí a El sueño de las escalinatas como un grito deseperado de un testigo presencial de la miseria del mundo y quien siente la responsabilidad de no quedarse callado ante la indiferencia que le rodea. Por su parte, Gabriel Jaime Arango, se entrega totalmente en Diario del incierto y expone sin tapujos sus miedos, ansiedades y sentimientos.
Finalmente, Jaime Jaramillo Escobar, utiliza hábilmente el lenguaje popular y convierte asuntos cotidianos en descripiones detalladas, haciendo gala de un sentido del humor ingenioso, sarcástico y refrescante.
CIBERGRAFÍA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Manuel_Arango
http://davidgymnopedie.blogspot.comhttp://books.google.com.co/books id=kVKUj18oCVAC&printsec=frontcover&dq=poesia+completa+jos%C3%A9+manuel+arango&source=bl&ots=5WFJo4q6zz&sig=V59Z3M3dU-JFTKzvQWpJEIKVv-A&hl=es&ei=QUNtTIntGYSClAetzuy4Dg&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5&ved=0CCUQ6AEwBA#v=onepage&q&f=false
www.banrep.gov.co/.../images/jorge_zalamea.jpghttp://www.biografiasyvidas.com/biografia/z/zalamea.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Jaime_Jaramillo_Escobar
www.gonzaloarango.com/imagenes/nadaistas-2-a.jpg http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/en/Revista/ultimas_ediciones/73/franco.html http://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Jaime_Franco
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