
Como era tan frágil y rosadita, recibió por nombre Caperucita, y a partir de ese mismo día el mundo de gozo llenó.
Siempre desde muy niña se acostumbró a recorrer el bosque solita, ya que desde su casa hasta la de su abuelita solo había unas cuantas millas. Por eso como todos los días, al son de una canción, recorría el camino hasta cumplir con su misión.
Como era algo despitada, pocas veces notaba que al pasar por la quebrada, un viejo lobo, ojeroso y muy delgado la observaba.
- ¿Hacia donde te diriges tan afanada?, le preguntó el lobo.
-A donde mi abuelita Matilda, que me ha invitado a cenar, exclamó indiferente Caperucita.
-¿Y que es lo que te va a preparar, si se puede saber?, le dice el lobo antojado.
-Sopa de alcachofa con fideos de atún, Caperucita contesta rápidamente sin ni siquiera mirar.
-Mmm... suena delicioso, hace mucho no sé lo que es una comida de hogar… dice con tristeza el viejo lobo.
Pero Caperucita fingiendo que no lo ha escuchado, continua su camino apresurando el paso, ya que por haberse quedarse conversando, el tiempo se le ha pasado…
BASADA EN LA HISTORIA DE CHARLES PERRAULT, http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/fran/perr/caperuci.htm
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