Al consultar el día de hoy la versión digital del tiempo, al leer su contenido del encabezado noticias, obtuve de manera casi instantánea una visión global del mundo, de una manera bastante equilibrada, en donde no tengo que ser sometida a una lucha de fuerzas que trata de venderme una ideología determinada sino que me permite tomar mis propias decisiones, adquirir mi propio criterio con la información que se me ofrece. Eso me parece bastante rescatable, porque cada vez es más habitual que los medios traten de persuadirnos de manera sutil o a veces no tan sutil.
Lo asumo de alguna manera como cuando estoy componiendo una canción, el proceso creativo me pertenece solo a mí, pero una vez que se expone cada quien lo interpreta y lo vive de una manera propia y personal; y creo que al final eso debe pasar con el periodismo, uno brinda la información y cada quien tiene la libertad de pensar lo que quiera y canalizarla como mejor le parezca.
Esa es la sensación que me produce el periódico El Espectador y se ha convertido es un muy buen descubrimiento.
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